Las copas y el vino…

Las copas y el vino…

La copa es clave en la evaluación y apreciación del vino.

La degustación de un vino es un placer que implica a todos los órganos de los sentidos. Esta implicación conjunta se verá potenciada por degustarlo en la copa adecuada. Ante todo, la copa debe ser de vidrio trasparente y de pared delgada, para que se pueda admirar la limpidez y el color del vino. Siempre es posible hacer alguna concesión decorativa, pero ha de ser sencilla. JUMAN os recomienda las copas para cada uno. La copa no sirve sólo para beber, sino que es también un elemento clave en la evaluación y apreciación. El modo en que se expresa un vino, y toda bebida en general, cambia bastante según el recipiente en el que se sirve. En general, el cáliz debe ser amplio, para que siempre quede un espacio interno amplio sin vino. Con ello logramos conservar los aromas que éste va desprendiendo, y así captarlos al momento de beberlo.

Para cada vino, una copa…

• Para los blancos frescos y aromáticos, una copa en forma de tulipa, como los modelos de ELYTIUM GOLD o SUBIRATS, para liberar de inmediato los aromas retenidos en su interior. Para los que han experimentado un refinamiento en madera, copa más grande, mucho más abierta en la parte que ha de entrar en contacto con la boca. Así se recibirán mejor sus sensaciones.

• Lo mismo pasa con los tintos que, dependiendo de su estructura y envejecimiento, exigen una copa algo diferente, menos panzuda para los jóvenes y afrutados, bastante amplia de balón y con paredes alargadas como la serie SYRAH o CABERNET para los austeros y envejecidos. Estos han de poder girar libremente en el interior para expresar al máximo su buqué, además de favorecer la percepción de los sutiles aromas.

• Los cavas, espumosos secos y champán brut se sirven en copa con forma de FLAUTA en la que puede apreciarse el fino perlage que los caracteriza a lo largo de las paredes del recipiente.

• Para licores o destilados son pequeñas y también sirven para los derivados de fruta o aromatizados con hierbas. El modelo MERLOT es adecuado para los destilados jóvenes que se sirven con hielo, mientras que las copas de Coñac o similares con pie corto son las más adecuadas para los destilados largamente envejecidos.

copas

En cualquier caso, si por diferentes cuestiones no puedes disponer de tanta variedad de copas para vinos, cuenta siempre con copas con el cáliz más estrecho en su parte superior, como las copas PLATINE, de tal manera, que las propiedades del vino, en general, no se vean mermadas.

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